La idea del proyecto de vender las típicas galletas que elaborábamos en el horno de casa, nos llevó a diseñar un local abierto al público, donde poder visualizar todo lo que confeccionamos.
La amplitud del local permitió habilitar una zona de degustación donde poder probar nuestras galletas artesanas, los cafés, infusiones y tés ecológicos o el chocolate desecho sin aditivos.
Otro de sus atractivos es su ambientación luminosa, amplia, confortable, así como la decoración a través de cuadros y fotografías de artistas catalanes.